Llega un momento en el que miras la lista y maldices que haya tantas Navidades, cumpleaños, santos, etc. Llega un punto en el que, en vez de ilusionarnos, ante nosotros aparece un único pensamiento: ¿y qué regalo esta vez?
Aunque ya lo hayas regalado en otra ocasión, viajar nunca es suficiente. Da igual dónde. La cuestión es viajar.
Porque viajar es ganar tiempo con otra persona, contigo mismo y juntos.Y qué mejor si lo que hacemos continuamente es perder el tiempo, si siempre estamos restando, qué mejor que hacer algo con lo que sumemos. Viajar es huir de la rutina que todo el mundo odia, ganar experiencias, cultura y vivencias.
Dicen que el turista sabe adónde va y no recuerda nada, mientras que el viajero no sabe adónde va, pero se acuerda de todo. Hay otro grupo de personas que han dado un paso más allá. No viven para viajar, sino que viajan para vivir, porque viajar es vivir.

La ciencia lo avala.
Diversos estudios científicos avalan que las posesiones o el dinero producen ratios de felicidad inferiores a la acumulación de experiencias: los objetos adquiridos tienden a devaluarse con el tiempo, pero las experiencias (viajes, aventuras, amigos, etc.) continúan aportándonos un flujo ascendente de felicidad porque el cerebro, con el tiempo, tiende a olvidar los aspectos negativos de la experiencia, haciendo prevalecer los positivos.
Regalar un viaje, es el mejor regalo posible.
Hazlo, no te arrepentirás y a la persona regalada la harás muy feliz.
Eso si, cuenta con Viajes Fuentes para organizarlo, porque te podemos ayudar que sea una experiencia inolvidable. Nuestra mayor satisfacción es veros las sonrisas en vuestras caras cuando volváis de regreso, así como vuestros recuerdos imborrables en el corazón.
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